Lechuga para los nervios y el estómago.

09.03.2018

En la antigüedad, los romanos tenían la costumbre de consumir lechuga por la noche con el fin de mejorar el sueño al terminar una gran cena. En la actualidad se recomienda la lechuga para las personas muy estresadas, pero no después de una enorme cena, sino en lugar de una copiosa cena. 


La lechuga es un alimento muy rico en agua (94.9%), pero lo sorprendente es la cantidad relativamente alta de proteínas que tiene (1.62%), poco menos que las papas (2.07%). Es muy pobre en hidratos de carbono (0.67%) y en grasas (0.2 %), por tanto contiene un aporte energético muy bajo (16 Kcal/100g). 

Valor nutritivo y dietoterapéutico de la lechuga

  • Provitamina A: 100 gr de lechuga aporta 260µg  ER (microgramos equivalentes retinol), esto es la cuarta parte de las necesidades diarias de vitaminas. 
  • Vitaminas del grupo B: Contiene vitamina B1 (0.1 mg/100 g) y B2 (0.1 mg/100 g) , Folatos (135 µg /100 g). 
  • Vitamina C: Contiene 24 mg/100 g, casi la misma cantidad que la mitad de una naranja o limón. 
  • Minerales: Contiene potasio (290 mg/100 g) y hierro (1.1 mg/100). 
  • Fibra vegetal: (1.7%) atribuyendo un suave efecto laxante. 
  • Sustancias con acción sedante y somnífera (lactucario). Posee sustancias químicamente similares al apio, aunque sin toxicidad ni efecto adictivo. 

En resumen, se considera que la lechuga, tiene las siguientes propiedades: sedante, somnífera,aperitiva, laxante, alcalinizante y remineralizante. 

Indicaciones 

  • Trastornos funcionales del sistema nervioso : nerviosismo, estrés o tensión y ansiedad. El consumo frecuente de lechuga puede producir una ligera e incluso imperceptible sedación; también puede ayudar al equilibrio nervioso mediante el aporte de vitaminas del grupo B. 
  • Trastornos digestivos: La lechuga puede ayudar con la tonificación del estomago y facilitar la digestión si se consume antes de la comida. 
  • Insomnio: Se recomienda una cantidad abundante de lechuga como plato único por la noche para ayudar a conciliar el sueño. 
  • Estreñimiento: Facilita el transito intestinal por su contenido en fibra y su fácil digestión. 
  • Obesidad: Con muy pocas calorías, la lechuga puede producir una gran sensación de saciedad, además, contribuye a reducir el nerviosismo o ansiedad que en ocasiones se presenta con la obesidad. 
  • Diabetes: La lechuga es muy baja en hidratos de carbono, por lo que las personas con diabetes pueden consumirla en cantidades elevadas para controlar el apetito.